viernes, 9 de septiembre de 2011

Miedo y asco a las tiendas de ropa

En Verokastan, como ya dije, la moda no es la propia de este siglo... Aunque esa sentencia no es del todo correcta.
Posiblemente, si fuera andando por mi ciudad natal en España y me encontrara a alguien vestido del mismo estilo, no me extrañaría tanto. La cuestión es que todos visten de esa manera, y es lo que llama la atención.

La moda de Verokastan es muy sobria, con pocos colores, con elementos poco provocativos, recatada. No puede comparar directamente con alguna moda de alguna época porque tiene los elementos del "reverso" más formal desde los cincuenta hasta nuestros años.

La vestimenta más habitual en los hombres es un pantalón, de diversos tipos de tela, una camisa y una chaqueta de sport. En las mujeres, como sucede en todos lados, es más diversa, pero con la condición de que llevan todas falda. Las únicas mujeres que he visto con pantalones son las que llevan sus uniformes de trabajo cuando van/vienen de este.
Otro tema curioso es lo recatado de la vestimenta: Van muy tapados. Aunque este sea un lugar frío, en esta época del año aún hace una temperatura agradable (más o menos veinte grados) pero aún así van muy tapados. Los hombres llevan sus camisas abrochadas en las muñecas hasta el último botón, nada de remangarse, y las mujeres cubren sus piernas con leotardos o medias muy oscuras (tampoco es que las faldas sean muy cortas. La que más he visto ha sido a la altura de la rodilla).

Pero al parecer, lo recatado es de puertas para fuera, en la calle, en lo público. Mi casero me recibe sin pudor alguno en camiseta interior, y la camarera de La Blua, aunque luce un vestido típico, no lleva medias porque le es más cómodo, aunque estando detrás de la barra tampoco es que se vea mucho.

Tal vez os pregunteis: ¿Cómo no se asan de calor? Porque su ropa de verano, aunque cubra "mucho", es fresca y ligera, de tejidos que permiten la transpiración en gran medida y no guardan el calor.

Como noté que estaba llamando demasiado la atención con mi camiseta de magas cortas y mis pantalones holgados, decidí ir a una tienda de ropa. Me iba a comprar dos conjuntos para cambiar y no desentonar con los verokastanos.
Cuando llegué a la tienda de ropa, me sorprendió ver sólamente prendas de vestir expuestas en el escaparate. Dentro sólo había una pequeña sala con probadores en los laterales, el mostrador y una puerta al fondo. Cuando me aventuré a ver el precio, casi me dio un infarto. Todo era muy caro.
Entré a informarme y les pregunté lo más amablemente que pude el motivo de que fuera todo tan caro. Según me explicaron, en Verokastan la frase "usar y tirar" es de mal gusto. Aquí se compra para que dure, prendas de gran calidad difíciles que se gasten o rompan, y si lo hacen, remendarla en la medida de lo posible hasta que se empiece a notar.
Las prendas también las hacen a medida, para que sean más cómodas y "adecuadas" para el comprador. Eso y los materiales es lo que hacen que la ropa sea cara.
Les pregunté que como podían mantener la tienda a flote si vendían tan poco. Me explicaron de nuevo que también hacían servicios de tintorería en la trastienda y de "reparación" de las prendas estropeadas.

Nunca me habían hecho una prenda a medida, y me sentí incómodo mientras aquella mujer me empezaba a medir con un metro de papel y, el que creo que era su marido, apuntaba en un papel lo que decía su esposa mientras asentía observándome, como si estuviera comprendiendo algo que se le escapara.

Ahora estoy en casa, con ropa de más y mucho dinero de menos. Le he contado mis descubrimientos a Rant y creo que le ha hecho gracia. Le he contestado que si quiere ligar con la camarera tendrá que vestirse de la forma adecuada, y se ha callado de forma repentina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario