miércoles, 7 de septiembre de 2011

Miedo y asco en los lugares cerrados

En España no se puede fumar en locales públicos. En Verokastan es todo lo contrario.
Ya me había percatado que esa prohibición aquí no estaba presente, porque en La Blua Papago(el bar de la esquina al que hemos estado yendo) los clientes siempre lo hacen cuando entran, pero el bar tiene un estilo como más de "pub", por lo que no suele llenarse demasiado.
Pero una vez que te aventuras a bares más atestados, te das cuenta que es todo lo contrario, que allí todo el mundo fuma. Todos, absolutamente todos lo hacen. Parece que es una tradición hacerlo nada más entrar a un bar.
Yo fumo en pipa. Me encanta el aroma y el sabor que el tabaco de pipa ofrece, una sutileza que muy pocos aprecian. Pero aquí el olor te nuble, te ciega, está por todos lados, un olor muy fuerte que lo tapa todo.

Le pregunté a la camarera de "La Blua"(como llamamos Rant y yo a nuestro bar favorito) que tal de extendida estaba la cultura de fumar, y me contestó con una risita: "Fumar" es parte de su cultura. En Verokastan es común fumar cada vez que uno se para para relajarse o se sienta un rato con sus amigos o compañeros. Nunca le he visto fumando a ella, y me explicó que estaba mal visto fumar mientras trabajabas, ya que podía aludir que no cumples tus obligaciones y te estás "relajando" en horas laborales.

El mínimo de edad para fumar son los dieciocho años, como sucede en España. Según me contó la camarera, es común que el cumpleañero fume en su fiesta por primera vez después de la comida.

Tampoco es que fumen demasiado: el tabaco no es adictivo(es más, ni siquiera estoy seguro de que sea tabaco) y los momentos que fuman suelen ser tres a lo largo del día: A media mañana(en el descanso del trabajo), después de comer y por la tarde cuando salen a algún bar.

Otra curiosidad es que el tabaco de hombre es distinto al de mujer: El de hombre tiene un olor más fuerte mientras que el de mujer es más suave.
En los estancos he visto tabacos con diversos añadidos que le dan notas de sabor y olor, más variedad en el de mujeres que en el de hombres.
Por cierto, el tabaco se vende suelto, en bolsa. A todos los que he visto fumar llevaban los cigarrillos ya liados en una pitillera. Puede que esté mal visto hacérselos en un lugar público.

Tengo pendiente preguntar si aquí la gente se echa colonia o se bastan con el olor enmascarador del tabaco, aunque no sé si puede resultar "ofensivo".
Yo, mientras tanto, apuraré la última gota del tabaco de pipa que he traído. El tabaco de este lugar no me es demasiado agradable.

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